martes, 29 de noviembre de 2011

El crack de la prensa.

La boca se empapa y los oídos resecan, mientras los ojos demacran causando que la mente se extienda; nos disparan, estamos en primera línea de batalla y la prensa jala el gatillo mediante todas las irrelevancias de la vida de cualquier famoso, usan el correo de la especulación que toma una única realidad: Que Neymar es un crack, y lo transforma a un día a día tan lleno de tontadas que cualquier medio pierde tanta credibilidad como aumentan sus lectores; paradoja aparte.
                
Mis ojos se aburren, ya están de huelga en mi cuerpo, mi memoria los apoya cansada de tantos datos sin sentido, y mis oídos ya compraron en mercado libre lo último en tapones para evitar que entre tanta basura. Barcelona, Madrid, Júpiter, Neptuno… a Neymar lo quiere todo el mundo y se le ha visto hasta en Plutón, bailando con Afrodita.           

A sus19 años es figura, la ironía sonríe cuando es él quien se resiste a Europa, y no Europa a él, como para variar y guiñar el ojo a los precoces del continente, que aun sin debutar en primera ya están buscando casa en España, Italia, Inglaterra, Portugal, Alemania, o cualquier buen mercado.
                
Destaca en las canchas, evadiendo su figura de venta, jactado de ser más jugador de fútbol que otra cosa, aunque los medios sensacionalistas están resueltos a alejarlo de esa imagen, así sea, como escuche hace tiempo, trazando un puente con la vida de Justin Biebier; bicicleta y el símil quedo en el olvido…
                
Resalta la real firmeza que ha podido ofrecer el Santos para con su salida. La crisis económica golpea al fútbol, mentira, el fútbol se golpea a sí mismo, cortando libros de contaduría mundial con una premisa en común: “gasta menos de lo que ingresas”, frase que los clubes no comparten. “Lo único constante en la vida es el cambio”, refrán popular; entonces al contrario de su selección, la liga de Brasil se cotiza, quedando a la espera del arraigo de los llamados “países exóticos”, esos que me parece llenaran el internet en unos años, vendiendo sus ligas de primer nivel; pregúntenle a Eto’o y sus 20 millones por campaña.
                
La vida actual equivale a una pista de formula1, y los jóvenes vemos nuestras posibilidades pintadas en la construcción de sueños y futuros. Cuando un chico destaca a temprana edad, el oráculo sonríe y es rociado con el agua vendita de un éxito casi seguro. Calma; Chicharito que empezó a destacar a sus 21 años, lo dijo en una entrevista: “A veces el peor de los fracasos es querer acelerar el éxito”.
                
Entonces si el cruel calendario colgado en la frivolidad de la pared, señala mediante un ovalo rojo la llegada de tu cumpleaños número 20, y aún no eres sensación, pues el fracaso o la cotidianidad parecen cadenas de titanio enganchadas en el pensamiento popular.
                
Reza una canción del maestro Serrat: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, frase de diamante ante el cobre exitista que vende cierta prensa mundial, además, el éxito va de la mano de todos tus roles, uno solo jamás bastará, por mucha fama que pueda cargar.
                
Por lo pronto Neymar sigue luciendo, con amnesia de egoísmo dentro del campo, ejerce de servidor de talento para el equipo o pone un toque de definición individual cuando los caminos no aparecen. El podio del FIFA Balón de Oro lo llama, toda América ora porque atienda el celular, pidiendo que valoren más a este lado del charco, donde el fútbol es igual de bueno pero menos comerciable; a su vez que las voces de los históricos equivalen a un futuro jugoso para el joven de 19 años, perdonen, para el hombre de 19 años, que hasta hijo carga en su vida. Todo va rápido, Neymar y el Santos quieren poner freno de mano, después de todo, el disfrute y la diversión están en el camino, la meta es solo la celebración, todo llega si está bien planeado; lo único lamentable es que hasta que no llegue al Madrid o a donde quiera llegar, nuestros oídos seguirán sangrando de tantas boberías de la prensa, la cual solo sabe callar con el éxito o la concreción; peligroso es que el chico  se vista de blanco y tenga éxito, en ese caso sería inminente la obligación de colocarse un bozal, solo así se frena esto, sino me creen, consulten a Cesc y el Barcelona.
Lisbm. Lizandro Samuel.

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