“Espiral,
espiral, espiral… ¡Boom! Auch… Volteen, sí, seguimos aquí, todo ha sido un
breve viaje, pero estamos bien, nada que preocupar, sin bajas; el viaje, a
pesar del descenso forzado, ha dado frutos. Día 1: Los colores son extraños,
pero lo que más nos impacta es la manera de vivir de estas personas, de dónde
venimos diríamos que están locos, pero oyendo lo felices que se sienten, creo
que los locos somos nosotros. (…) Día 6: Damos por concluida la expedición en
la Dimensión Desconocida; hay paradigmas extraños, de los que seguro podremos
aprender mucho… Esperamos regresar pronto”
Cual
otra dimensión, lo contracultural del PepTeam se resume en la clase típica de
su, aún, D.t. 4 años dando ejemplos disimiles
para las normas comunes del fútbol y la sociedad; así, como para seguir esa
línea, se cocinó un plato extraño: Todo el entorno y mundo del fútbol, ansiaba la
continuidad de un técnico que se negó a seguir, pese a cheque en blanco sobre
la mesa, pese a contar con un equipo en fase (Citando a Martí Perarnau) adolecente, lleno de
jugadores que más allá de defender su continuidad, son el punto exacto de
equilibrio (Se augüran cambios) en un ecosistema que a la distancia se antojaba el más idóneo para
continuar. Sí, así es, con tantas, a priori, ventajas, Guardiola decide
marcharse, en una era en la que el entorno suele pedir la cabeza del técnico y
este suele querer quedarse, en un época de poca paciencia y corta memoria,
donde se dice que: “El entrenador vive con la maleta en la puerta”, el adorado
Josep, decide marcharse.
Y
el lugar de debate es la Tierra, amen de que los aliens no sigan el fútbol terrestre
(Consultar a Messi), los argumentos muchos, y la tendencia es ignorar la respuesta
correcta, esa que se guarda bien sellada en el bolsillo subconsciente de Guardiola.
Un
estilo peculiar. Sería redundar si empiezo a enmarcar toda la evolución y
legado que ha sabido dejar al fútbol, tras recoger la prolija cosecha de muchas
ideas, doctrinas y modelos previos. Su postura se me antoja al avance humano.
Un tipo que recién salido campeón ya decía en diciembre del 2009: “Esto es
irrepetible. El futuro es negro”; un tipo con actitudes de “señor” y líder, así
como destrezas de excelso comunicador. Ese que dijo: “La liga es imposible”,
siempre con grandes elogios a los rivales y reconociendo sin pudor, lo grotesco
de los patrones competitivos actuales, pero con la valentía de asumirlos con el
deber de fluir por ellos. Un técnico que ante el foco de un flash, se desborda
en elogios a su plantilla. En fin, un crack, que mientras anunciaba su adiós,
abrió su boca para dar una clara lección, la última de estos días, seguro, que
la primera de muchas más que vendrán (Sin compromisos). Una frase, que con la
claridad de sus palabras, diluyó su poder en una lanza de humanidad, de
mutación, de crecimiento. Una bofetada sin guante, a la adicción popular y bajo
la cual se rige el tema común de opio social. “En la vida hay mucho más que
fútbol” y en una esquina, el fanatismo, ese que rompe a diario bienes culturales
en maneras de pensar, sufría amoratar su ojo en un gancho directo. Gracias Pep,
para todos, ha sido un placer.
Para leer: Cuando el fútbol deja de ser fútbol.
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