La diferencia está en la cabeza.

Sus botas fueron desequilibrantes, su figura se perdía entre la multitud, pero fue su cabeza la que lo definió. Un charco se colaba por el drenaje del Santiago Bernabéu, una mezcla con olor a sudor y sabor a lluvia, 4 gritos de gol marcaron el partido… Una cabeza lo definió.

                

La voz de Mou aprende cada vez más de límites y ahora solo se recogió ante la invisible figura de la suerte… Como si el no ir a buscar el partido tras el 1-0 no hubiese pesado más que cualquier tema esotérico, o la gallardía Culé mostrada en Valdés, para alzar la cara y seguir tocando. Bien es cierto que se citaron demasiados errores teniendo en cuenta la calidad de jugadores que había sobre el terreno de juego, y otra vez el contraste estuvo en aquella cabeza, esa que hizo crecer el juego de los de Pep y que resto respiraciones a los de Mou.

                

Dicen por ahí que Cr7 tiene pesadillas con Puyol, hoy no tuvo tantas, aunque se diluyó en lo común, cosa rutinaria del portugués en esos partidos, paradoja aparte para un jugador que costó 100millones de euros; todo lo contrario pasa con el capitán azulgrana. Se sabe que todo líder es el reflejo de su pueblo y viceversa, el corazón de Carles fue forjado para jugar bajo cualquier clima y agrandarse, al igual que su pueblo, ante la adversidad.

               

Mientras Lionel Andrés Messi sigue tirando del carro en momentos cruciales, como esos 20minutos llenos de errores colectivos, donde la figura tímida del caracol, entre muchos intentos, llegó a guiar el camino de migajas mediante el cual el versátil Alexis empataría el juego. Pedro, Villa y el chileno, son disimiles; este último con el plus de adaptar sus virtudes, en un mismo partido, a diferentes posiciones y requerimientos, siempre con mucho desgaste...

               

Desgaste similar del que Di María fue participe, iniciando en 5ta, muriendo, como todo su equipo, en neutro. Aunque más allá del partido de Iniesta (Cuya calva, recuerda a Zidane), las variantes tácticas que fue haciendo Guardiola, la ausencia de Fabregas en la sinfonía del juego, así como el que su equipo lo supiera tapar, todo lo contrario al Real para con Alonso (De mucho correr y poco jugar), la definición real del partido estuvo cercada en aquella cabeza llena de lógica y creatividad, de motivación y fuertes creencias de que siempre se puede, llena de paradigmas que defiende en todo momento…

                

Es que si los blancos añoraban la salida de Xabi, se arriesgaron cuando no les quedaba de otra con el marcador adverso, mostraron el carácter de Ramos, Pepe y compañía para dar patadas, y se hundieron cedidos por la resignación con cereza al helado de un libre mal cobrado por su goleador; el Barcelona, se sintió ahogado en la presión inicial, se extrañó de los balones errados por Pique, o los apuros que encontraban Xavi y Sergio; la curva de sonido interpretada por decisiones diferentes, tuvo inicios y finales distantes, una de más a menos y la otra de menos a más.

               

Por aquel verano de calor europeo, cuando la voz de cambio era inminente, a su vez que los afectados sentían una gran sensación de titubeo subiendo por su espina dorsal, en aquella lejanía del 2008, dio el primer pase un equipo ya con membresía antológica en la historia del fútbol, lo mejor que ha visto mi generación, me cuentan, que lo mejor que ha visto el fútbol. Cada año, tras el triplete, le toca al Barcelona, según la prensa, enfrentar al “Mejor Madrid del momento”, y la veracidad se hace amiga de estas palabras. El ciclo de Pep nada ha tenido que ver con la autocomplacencia, sumando variantes y mejoras a lo que ya daba resultado, ¿Quién dijo que equipo que gana no cambia?”… Desde aquel tridente Eto’o-Henry-Messi, pasando por la inclusión de Busquets, la corrida de Lio al centro, el falso 9, los cambios de sistema, y mucho más; levantándose al adiós de ídolos, al “feeling” de Samuel, los insultos de Ibra, y las novelas de Mourinho. El Pep Team, sabe que en cualquier momento cae, pero no en una semi de Champions o en una final de Copa del Rey, sino cae en el momento de dar cierre a un ciclo, que puede durar desde 6meses más, hasta que Guardiola aguante, total, ellos conciben que lo “único constante es el cambio”.

                

El Real también ha sabido crecer, cada vez más y más rápido, pero aquella cabeza, al igual que hoy, le sigue llevando la delantera. Esa cabeza humilde, consiente de sus defectos y sabedora de sus virtudes, sabe que lleva como hijos a un alíen, un motor, un genio, un seguro en salida y otro bajo los tres palos; sabe que se resguarda con extremos que manejan muy bien sus facetas, entiende que tiene la mejor vela del mundo, y él más prolijo timón, entre las manos de un gran General a la mirada y voz de un genial Almirante.

                

Es la cabeza colectiva del F.c Barcelona, del Pep Team, esa mentalidad instaurada, que les hace buscar el juego ante cualquier revés con la lógica de sus armas, el arte de sus figuras, la motivación de saber que pueden, mientras el Madrid se llenó de emoción, queriendo remontar con más ganas que fútbol. Es la cabeza del Barcelona la que le dio a Víctor la certeza para seguir jugando con los pies tras su error, y la confianza de sus colegas para seguírsela dando, a su vez que los de Mou cavaron la tumba de su ánimo tras un 1-2, según José, “fortuito”. Pero sobre todas las cosas, es la cabeza de esa máquina monstruosamente bella, llamada Barcelona, la que le permite mantener SIEMPRE sus paradigmas de juego, hallando soluciones a través de los mismos junto a la frase “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, bebiendo de esos riesgos que inclinan las probabilidades, es que “El que no se arriesga no gana”, y al Real Madrid, la costó casarse con esa frase desde el pitazo inicial. Es la cabeza colectiva, la que distancia al mejor equipo del mundo, del quizás, el segundo mejor; y la cabeza Real cada vez se torna más del color de su camiseta, despejando las ideas, enfrente el imperio Cule impone su partitura, y da a entender al mundo, que la misma sonará, hasta que ellos quieran.

Lisbm. Lizandro Samuel.

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