domingo, 15 de enero de 2012

La antítesis a los conceptos populares:

Las nubes le tatuaban una sonrisa volteada con una cara triste cercada por el circulo central, piel verde, pasto pisado, mientras la critica barría también su animo cuando el ruido de un poste o quizás el alarido de alguien reclamaba que la redonda había ido a amortiguar en el cuerpo de un espectador, luego se imprimía un diario pidiéndole abstracciones a medida que Mou lo casaba con la analogía de un gato; hoy las nubes le dibujan una sonrisa mientras su boca corresponde dicha mueca. Benzema es el “falso 9” del Real Madrid.


“He sabido ganarme el cariño del Bernabéu” decía Karim tras sentir la brisa alta de la montaña de su rendimiento; una frase gemela al lado humanamente triste del deporte, en palabras de Bielsa: “No me quieras porque gané, necesito que me quieras para ganar” (Cambio necesidad por merecer y estoy de acuerdo).
                
Dicen que es tímido, causa para que le pidieran: “compromiso”, “menos apatía”, “correr más”, “huevos” y le pegaran por: “pasivo” o “sumiso”
                
En esta metáfora de vida llamada fútbol la motivación resulta ser la dama del tablero de ajedrez, la misma arraiga una fuerte creencia de “sí se puede” que lleva al subconsciente a crear recursos de donde parece no haberlos. Este concepto es muy liado en el fútbol actual con dar patadas, insultar árbitros o rivales, tirarse al piso, dar declaraciones bomba, jalar playeras y correr por correr, sin recordar que ya existe un deporte con esa prioridad mientras que en el balompié los valores son otros.
                
A Karim, cierto sector de la prensa le pedía las abstracciones de moda y vamos que al menos cogió el teléfono y atendió a la motivación, amiga que ahora le permite hacer gala de los recursos que siempre ha tenido y que ahora también ha pulido; entonces su alza, poco tiene que ver con los pedidos de medios manejadores de hediondos conceptos humanos, esos que desde el lodo resuenan con un exitismo tan grande que ahora piden la venta de Cr7.
                
A Benzema quizás le faltaba motivación, la realidad es que algunos le pidieron unas cosas y el respondió tirándose atrás, rompiendo líneas, asociándose, valiendo espacios, desmarcándose, definiendo, pegando de donde fuera y mutando en un versátil batido de: falso 9, 9 puro, 9 profundo, y si lo ameritan, hasta wing. Le pidieron correr más y el corre lo mismo pero ahora con sentido; le pidieron “garra” y el respondió con fútbol.

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