lunes, 18 de junio de 2012

Papá, quiero ser como él…

Imaginen la cara de Juanma Lillo, el gran D.t, si un hipotético hijo (Qué ignoro si tiene o no) hiciera alusión a nuestro titulo mientras en la TV, la figura disuelta en la crítica, de Cr7, marcase un par de goles que servirían para meter a Portugal en los 4tos de final de la Euro2012…


La cara del amigo Juanma seguro evocaría a una novela de tragedia, y no porqué el portugués sea un mal jugador, sino porque representa el antónimo total a lo que significa el fútbol para los ideales del actual analista futbolero. Para prueba, cabe recordar alguna de sus frases: “Que Cristiano Ronaldo sea símbolo para la sociedad actual, significa que hay algo que no funciona”
                
Que va… Lo de Lillo, es más un juego colectivo, pensado para un deporte que funciona como tal y en el que se debería entender que los problemas de fondo no se corrigen con nombres, aunque Van Marwijk se merece varios aplausos por intentar corregir.
                
Holanda se despide con su gran mano naranja manchada por el rojo sangre de su ego, pues ni buen fútbol ni resultados: se sintieron hundir, luego de un buen jugar frente a Dinamarca en el que la “Caprichosa” (Nunca mejor dicho) se negó a entrar.
                
Quien diría que Alemania los desnudaría de esa forma y quién diría, que Cristiano decidiría despertar frente a ellos.
                
Con su 7 en la espalda y ese andar que evoca tantos arquetipos de la más pura vanidad mutada en ego, el “guapo, rico y buen jugador”, decidió escribir su nombre en la ficha y en las estadísticas, allí donde acostumbra dejar sus mejores firmas…
                
“Papá ¿Por qué lo critican cuando no marca goles, si los porteros, defensas y muchos buenos jugadores no meten goles tampoco?”, aquí seguro se valdría Lillo de una respuesta del estilo: “Hijo, la pregunta es ¿Por qué lo aplauden cuando mete goles?” y sumaría una de sus populares enseñanzas: “Las estadísticas son como las tangas, muestran todo menos lo que realmente importa…”
                
Pero así es Cristiano Ronaldo, nunca suma en lo cualitativo, por eso, al no sumar en lo cuantitativo, resulta en críticas, pues su aporte se ve mermado hasta la nada. Así es Cristiano Ronaldo, alzador de pasiones: desde los más fieles a su crítica hasta aquellos que desean el éxito del fenómeno sociocultural que se esconde tras la marca o el producto; tal es el caso del diario MARCA que en la reseña le otorgó 3 asistencias que nunca acabaron en gol… (?)…
                
Al final del día, otro solista parecía acercarse para pedirle consejos al más eficaz de esa escuela, Arjen Robben y una dolida Holanda que trató, en similitud a su vencedor, de avanzar con la fuerza de 11 jugadores y no de 1 equipo, y es que si quisieron competir, sólo, desde lo individual, era más que obvia su caída, pues enfrente estaba el erguido portugués, al que algunos llaman engreído, cuando puede que sea (y así lo creo) nada más que un ser humano con una fuerte necesidad de atención, detrás de la cual (como en toda vanidad) se esconde un profundo llanto nunca expresado, con génesis en un duro pasado. Sea como sea, el abrazo de su equipo y la cinta de capitán, lo certifican como arma valiosa si es que Portugal pretende seguir avanzando en la Euro…


No hay comentarios:

Publicar un comentario