Imaginen
la cara de Juanma Lillo, el gran D.t, si un hipotético hijo (Qué ignoro si
tiene o no) hiciera alusión a nuestro titulo mientras en la TV, la figura
disuelta en la crítica, de Cr7, marcase un par de goles que servirían para
meter a Portugal en los 4tos de final de la Euro2012…
La
cara del amigo Juanma seguro evocaría a una novela de tragedia, y no porqué el
portugués sea un mal jugador, sino porque representa el antónimo total a lo que
significa el fútbol para los ideales del actual analista futbolero. Para
prueba, cabe recordar alguna de sus frases: “Que Cristiano Ronaldo sea símbolo
para la sociedad actual, significa que hay algo que no funciona”
Que
va… Lo de Lillo, es más un juego colectivo, pensado para un deporte que
funciona como tal y en el que se debería entender que los problemas de fondo no
se corrigen con nombres, aunque Van Marwijk se merece varios aplausos por
intentar corregir.
Holanda
se despide con su gran mano naranja manchada por el rojo sangre de su ego, pues
ni buen fútbol ni resultados: se sintieron hundir, luego de un buen jugar
frente a Dinamarca en el que la “Caprichosa” (Nunca mejor dicho) se negó a
entrar.
Quien
diría que Alemania los desnudaría de esa forma y quién diría, que Cristiano
decidiría despertar frente a ellos.
Con
su 7 en la espalda y ese andar que evoca tantos arquetipos de la más pura
vanidad mutada en ego, el “guapo, rico y buen jugador”, decidió escribir su
nombre en la ficha y en las estadísticas, allí donde acostumbra dejar sus
mejores firmas…
“Papá
¿Por qué lo critican cuando no marca goles, si los porteros, defensas y muchos
buenos jugadores no meten goles tampoco?”, aquí seguro se valdría Lillo de una
respuesta del estilo: “Hijo, la pregunta es ¿Por qué lo aplauden cuando mete
goles?” y sumaría una de sus populares enseñanzas: “Las estadísticas son como
las tangas, muestran todo menos lo que realmente importa…”
Pero
así es Cristiano Ronaldo, nunca suma en lo cualitativo, por eso, al no sumar en
lo cuantitativo, resulta en críticas, pues su aporte se ve mermado hasta la
nada. Así es Cristiano Ronaldo, alzador de pasiones: desde los más fieles a su crítica
hasta aquellos que desean el éxito del fenómeno sociocultural que se esconde
tras la marca o el producto; tal es el caso del diario MARCA que en la reseña le
otorgó 3 asistencias que nunca acabaron en gol… (?)…
Al
final del día, otro solista parecía acercarse para pedirle consejos al más
eficaz de esa escuela, Arjen Robben y una dolida Holanda que trató, en similitud
a su vencedor, de avanzar con la fuerza de 11 jugadores y no de 1 equipo, y es
que si quisieron competir, sólo, desde lo individual, era más que obvia su
caída, pues enfrente estaba el erguido portugués, al que algunos llaman
engreído, cuando puede que sea (y así lo creo) nada más que un ser humano con
una fuerte necesidad de atención, detrás de la cual (como en toda vanidad) se
esconde un profundo llanto nunca expresado, con génesis en un duro pasado. Sea
como sea, el abrazo de su equipo y la cinta de capitán, lo certifican como arma
valiosa si es que Portugal pretende seguir avanzando en la Euro…
Para leer: La indignación del 14
No hay comentarios:
Publicar un comentario